Reducir los partos múltiples, objetivo de la Reproducción Asistida

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Actualmente la cifra de embarazos múltiples en España está en torno al 21%, lo que supone una tasa demasiado alta no exenta de riesgos y , cuya reducción, es uno de los retos a los que se enfrenta las investigaciones en reproducción humana.
Desde que fueron introducidas las Técnicas de Reproducción Asistida por primera vez en España en el año 1983 hasta el 2014, el número de embarazos gemelares se ha triplicado.

 

Reducir los partos múltiples, objetivo de la Reproducción Asistida

A lo largo de estos más de 30 de experiencia en Reproducción Asistida ha habido avances muy claros como las mejoras alcanzadas en las tasas de éxito en las FIV. Las probabilidades de quedar embarazada en parejas con problemas ha pasado de un 15% o 20% en 1985 al 40% o incluso el 60% en los casos de buenos pronósticos.

También se han producido mejoras relacionadas con la gestación múltiple. Actualmente en España existe una limitación por ley de transferir un máximo de tres embriones. Antes de su aprobación, se llegaba a transferir cuatro y cinco. Hoy en día, la transferencia de tres es testimonial (6,8%). A lo largo de los años la tendencia ha sido ir disminuyendo está tasa según ha ido mejorando la capacidad de embarazo por embrión.

El objetivo principal  por el que la ciencia busca reducir al máximo  los embarazos múltiples es que estos son embarazos de alto riesgo, lo que se relaciona con mayores complicaciones tanto maternas como fetales. Algunas complicaciones de la madre suelen ser más diabetes, hipertensión, preeclampsia, trombosis, etc. Respecto al bebe,  la mayor complicación es la prematuridad, el 70% de los embarazos múltiples nace por debajo de la semana 37. Las implicaciones de ser prematuro depende mucho de la semana. No es lo mismo nacer en la semana 28 que en la 35, pero a grandes rasgos suponen riesgos en la maduración de distintos órganos que pueden derivar en problemas digestivos, neuronales o pulmonares tras el nacimiento.

Si el reto científico actual es caminar hacia la transferencia de un único embrión con el objetivos de lograr un único bebe sano. Será necesario garantizar que es el mejor posible, algo en lo que se trabaja desde diferentes vías de investigación.

Actualmente el procedimiento utilizado para la selección del embrión o embriones más óptimos, está basada en la morfología. Para ello las y los especialistas se guían por varios parámetros externos en la observación del embrión bajo el microscopio como son: el ritmo de división, existencia de células con formas irregulares y/o asimétricas, existencia de fragmentos del citoplasma o si las células tienen más de un núcleo.

Todos estos criterios morfológicos, sin embargo, no dejan de ser en muchos casos subjetivos ya que en ocasiones los embriones seleccionados como los mejores no cumplen las expectativas, de igual forma que sucede lo contrario, embriones con mal pronostico, consiguen anidar.

Este procedimiento no invasivo se emplea en el 80% de los casos cuando no hay factores de riesgo, el 20% restante, el estudio de la viabilidad embrionaria se realiza a través de técnicas invasivas, algo que plantea series inconvenientes por lo que los esfuerzos científicos se enfocan a poder determinar la salud y la capacidad de anidación de los embriones sin tener que llegar a manipularlos.

En este sentido apuntan algunas líneas de investigación. Un ejemplo es la que analiza el metabolismo del óvulo fecundado. El reto que persigue es ser capaces de predecir, a través del estudio de distintas sustancias metabólicas presentes en el medio de cultivo donde se encuentra el óvulo fecundado, si los valores resultantes nos pueden indicar qué embriones son fuertes y sanos, y cuales tienen menos probabilidades de anidar.  

De momento, y respecto al análisis del metabolismo del embrión, no existe acuerdo sobre qué sustancias metabólicas son las que habría que estudiar. Esta es una de las claves que se estudian actualmente.

Otras líneas que tratan de indagar en cómo determinar la calidad de los embriones a través de técnicas no invasivas, es mediante el análisis del consumo de oxigeno embrionario o el estudio de las enzimas del embrión presentes en el caldo de cultivo donde se encuentra. Sin embargo ninguna de estas investigaciones están obteniendo resultados satisfactorios por ahora.

Los y las especialistas afirman, que los avance en las técnicas de selección del embrión más óptimo con el objetivo de “un embrión, un bebe” puede hacer incrementar considerablemente la tasa actual de éxito.

 

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