Las técnicas de reproducción asistida han experimentado una gran evolución en los  últimos tiempos.   Una de las vías de investigación más prometedoras es el desarrollo de un sistema que pueda simular el útero materno de forma artificial y fuera del cuerpo de la mujer.

En este sentido, un equipo de investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia en EEUU presentaron a principios de 2017 el desarrollado un sistema que simula un útero de forma artificial para poder aumentar la supervivencia de bebes extremadamente prematuros.

Este útero artificial fue probado en ovejas prematuras durante cuatro semanas, tras las cuáles se decidió parar. A través de esta técnica se logró que, durante cuatro semanas, se pudieran desarrollar órganos como el cerebro o los pulmones, además se produjo un considerable aumento de peso, incluso los corderos pudieron moverse o abrir los ojos.

Según el especialista Jan Tesarik, el desarrollo del útero artificial es uno de los retos de la reproducción asistida y podría ser muy útil para mujeres sin útero, con útero no funcional o parejas gais.  

La ciencia avanza para que en el futuro, tanto óvulos como úteros, puedan ser reconstruidos en laboratorio. Sin embargo una de las vías de investigación más importantes sobre las que se trabaja es determinar cómo cubrir las necesidades del embrión y del feto a lo  largo de su gestación con el objetivo de administrarles una oxigenación y una alimentación adecuada para cada una de las etapas de su desarrollo, además de aportar los estímulos adecuados para el crecimiento del organismo y la evolución de sus órganos.

Otra de los objetivos de la investigación sobre úteros artificiales es mejorar el sistema y adaptarlo a los seres humanos. Diseñar un aparato que pueda proporcionar a los embriones un soporte tridimensional en el cuál puedan crecer y diferenciar sus líneas celulares básicas.  

En este sentido, el equipo de investigación del hospital Infantil de Filadelfia, afirma se debe trabajar en el diseño de tamaño y forma del útero, inicialmente pensado para animales, que debe ser adaptado a humanos. Señalan que trabajan en un diseño más parecido a una incubadora, de forma que el aparato no se visualice como algo “poco amigable” sino que sea percibido positivamente.  

Los beneficios de esta tecnología podrían ayudarán a mujeres que hayan tenido muchos abortos debido a problemas en la implantación del embrión, a mujeres que se les haya realizado una histerectomía (extirpación del útero) debido a un cáncer uterino o a mujeres que no sean capaces de alojar a su propio bebé.